sábado, 28 de marzo de 2020
Los valores familiares (2°Año)
Materia:
Formación Moral/Religión
Tema: Los
valores familiares y su impacto en la sociedad
Cursos: 2° Año Turno: Tarde
Profesor: Mamani
Segura Ángel Carmelo
Tiempo de
entrega: 03-04-2020
Objetivo:
Identificar
y reconocer lo importante que son los
valores dentro de nuestra vida y de la sociedad
Actividad
1. Lee pausadamente para poder comprender y realizar las actividades
En la familia como núcleo social se establecen
relaciones familiares, entre los padres, entre los padres e hijos, y a su vez
en las relaciones de la familia con la sociedad, y es en el interior de la
familia donde se va ir moldeando la conducta de sus integrantes con los valores transmitidos por sus padres, a través
de las reglas familiares, los usos o costumbres, recibiendo también la familia la influencia
de los valores imperantes en la sociedad en la que está inmersa.
La familia se constituye en el
primer lugar donde el hijo (a) irá adquiriendo su modelo de conducta, donde se
formará su proyecto de vida de su existencia y consolidará su personalidad

a. En estos días que estás pasando con
tu familia
Ø Escribe tres acciones concretas donde
tus padres, hermanos y vos ponen en práctica alguno de estos valores
·
Tolerancia
·
Comunicación
·
Respeto
·
Tradiciones
·
Honestidad
·
Perdón
·
Dialogo
b. ¿crees que exista una pérdida de valores en tu
familia y en las familias que conoces? Justifica tu respuesta
c. Comparte tu opinión, ¿Que valores han dejado
de practicarse en la familia y como afecta esto en la sociedad?
d. ¿Crees que el cambio de roles en la familia
afecta en la práctica de valores provocando un desequilibrio social?
e. ¿Qué problemas sociales
podrían disminuir o erradicarse si existiera una mejor práctica de los valores
dentro de las familias?
2. Lee este
bello cuento
Kitete y
sus hermanos
Adaptación del cuento popular de Tanzania
Había una campesina africana llamada Shindo que
vivía en Tanzania, muy cerquita del monte Kilimanjaro. No tenía marido ni
hijos, así que se pasaba el día sola trabajando en el campo. Cuando llegaba a
casa preparaba la comida, daba de comer a los animales, fregaba los platos y
lavaba la ropa. Sin nadie que la ayudara, la pobre mujer se sentía siempre muy
cansada.Un día, nada más aparecer la luna y las estrellas
en el firmamento, salió a pasear y se quedó mirando la gran montaña
nevada.
– ¡Oh, Gran Espíritu del Monte Kilimanjaro! Me paso
los días solita, sin nadie con quien compartir las tareas ni con quien hablar
¡Ayúdame, por favor!
No una noche sino varias fue al mismo lugar a
rogarle al Gran Espíritu, pero este no hizo caso de sus plegarias.
Una tarde, cuando ya había perdido toda esperanza,
un desconocido llamó a su puerta.
– ¿Quién es usted, caballero?
– Soy el mensajero del Gran Espíritu del Monte
Kilimanjaro y vengo a ayudarte.
La campesina, asombrada, vio cómo el hombre
extendía su mano hacia ella.
– Toma estas semillas de calabaza para que las
siembres en tu campo. Ellas son la solución a tu soledad.
En cuanto dijo estas palabras, el extraño emisario
se esfumó.
Shindo se quedó desconcertada, pero como no tenía
nada que perder, corrió al campo y plantó con mucho esmero el puñado de
semillas. Además, las regó y las protegió con una valla para que ningún animal
pudiera escarbar y comérselas.
En unos días las semillas se transformaron en cinco
hermosas calabazas. Entusiasmada, se llevó las manos a la cara y exclamó:
– ¡Qué lindas calabazas! Cuando se sequen bien las
vaciaré y con ellas fabricaré cuencos para meter agua. Después las llevaré al
mercado para venderlas.
Las metió en un gran saco y al llegar a casa las
colgó en una viga del techo para que se secaran al aire. Todas menos una que
puso junto a la chimenea.
– Esta calabaza chiquitita es tan mona que me la
quedaré, no quiero venderla. Voy a ponerla junto al fuego para que se seque
antes que las demás.
Esa noche Shindo durmió plácidamente y al amanecer
salió a trabajar al campo como todas las mañanas de su vida. Mientras, en su
hogar, sucedió algo increíble: ¡las cinco calabazas se transformaron en cinco
niños!
Los cuatro que estaban colgados de las vigas
llamaron al más pequeño que estaba junto a la chimenea.
– ¡Kitete, ayúdanos a bajar, por favor!
Kitete les ayudó a descolgarse y en cuanto pusieron
los pies en el suelo comenzaron a hacer todas las tareas de la casa. Para ellos
era un juego divertido limpiar, fregar y lavar, así que terminaron en un
periquete. Kitete, en cambio, se quedó quietecito al lado de la chimenea.
Toda la noche junto al fuego le había dejado muy débil y sin fuerzas para
colaborar con sus hermanos.
Acabado el trabajo Kitete les ayudó a subir otra
vez a la viga y los cinco volvieron a transformarse en unas anaranjadas y
rugosas calabazas.
Una hora después la campesina regresó a la casa y
se dio cuenta de que todo estaba recogido y reluciente.
– ¡Qué extraño!… ¿Quién habrá entrado aquí durante
mi ausencia? ¡Si está todo limpio y ordenado!
Se acostó y no pudo pegar ojo en toda la noche pensando
en lo que había sucedido. Después de mucho darle vueltas, lo tuvo claro.
– “Mañana fingiré que voy a trabajar al campo pero
me quedaré espiando ¡Necesito saber quién demonios ha entrado en mi casa a
escondidas”
Así lo hizo; después de desayunar salió de su hogar
pero al llegar a un recodo del camino dio media vuelta y regresó por la parte
de atrás. En silencio, se agazapó junto a la ventana del comedor.
¡Casi se desmaya cuando observó lo que dentro
sucedió! Como por arte de magia ¡las calabazas se transformaron en niños de
verdad ante sus ojos!
Con el corazón a mil y sin dejarse ver,
escuchó las voces de los cuatro que estaban colgados de la viga.
– Kitete, ayúdanos a bajar, por favor!
Kitete, que seguía junto a la chimenea, extendió
las manos para que pudieran bajar sin hacerse daño. Después, como el día
anterior, comenzaron a limpiar el polvo, a barrer, y a dejarlo todo como los
chorros del oro.
Shindo no pudo aguantar más y entró por sorpresa
haciendo aspavientos y dando muestras de felicidad.
– ¡Qué emoción! ¡Mi casa está llena de niños! Es lo
que más he deseado durante toda mi vida ¡Por favor, no os transforméis otra vez
en calabazas! A partir de hoy, este será vuestro hogar y yo vuestra madre.
Los muchachitos aceptaron encantados y se quedaron a
vivir allí.
Pasaron las semanas y los cuatro mayores se
convirtieron en los hijos con los Shindo siempre había soñado: eran guapos,
sanos y siempre dispuestos a ayudar en todo. En cambio, el pequeño Kitete
siguió siendo un niño enfermizo y de carita triste que se pasaba las horas
junto al fuego. Shindo lo amaba como a los demás, pero no soportaba verlo ahí,
sin hacer nada en todo el día.
Una mañana la mujer atravesó el comedor sosteniendo
en sus manos una gran olla de lentejas y sin querer tropezó con las frágiles y
delgaduchas piernas de Kitete. No pudo evitar caerse al suelo y que todas las
lentejas se desparramaran por todas partes.
Enfurecida, gritó a Kitete sin compasión:
– ¡Mira lo que ha pasado por tu culpa! Si no
estuvieras ahí, tirado en el suelo como un inútil, no habría tropezado contigo.
Kitete la miraba con ojos llorosos sin poder
articular palabra. La mujer siguió vociferando, completamente fuera de sí:
– Tus hermanos son buenos hijos, pero tú ni
siquiera te mueves ¡No sé para qué te has transformado en niño si eres igual de
inservible que cuando eras una calabaza!
Las duras palabras de Shindo tuvieron un efecto
devastador: ¡Kitete se transformó de nuevo en una pequeña calabaza!
¡Qué mal se sintió la campesina cuando se dio
cuenta de las barbaridades que había dicho! Corrió hacia el fuego llorando
desconsoladamente, abrazó la calabaza y la apretó junto a su pecho.
– ¡¿Oh, no, ¿pero qué he hecho?!… ¡Vuelve, mi
querido Kitete! No lo decía en serio… ¡Yo te amo tanto como a tus hermanos!
¡Perdóname, chiquitín, he sido muy cruel contigo!
Pero a pesar de sus ruegos, la calabaza seguía
siendo una calabaza.
Los cuatro hermanos, que estaban correteando por el
jardín, oyeron los llantos y entraron en la casa. Se entristecieron al ver a su
madre gimiendo y llorando con la calabacita en su regazo.
Se miraron y sin decir nada, treparon por la viga.
Desde allí, dijeron una vez más:
– ¡Kitete, ayúdanos a bajar, por favor!
Y entonces, sucedió el milagro: la calabaza se
convirtió una vez más en un niño, en el dulce y tierno Kitete.
Shindo sintió una emoción indescriptible en su
corazón y comenzó a besar en sus pálidas mejillas.
– ¡Hijo mío, gracias por regresar! Eres más delicado
que tus hermanos pero te quiero y te respeto igual que a ellos. No temas, que
yo estaré aquí siempre para cuidar de ti.
Con mucha ternura sentó al pequeño Kitete en su
lugar favorito junto a la chimenea y le dedicó una dulce sonrisa que reflejaba
mucho amor.
A partir de ese día todos respetaron que Kitete
fuera diferente y formaron la familia más unida y dichosa que jamás ha vivido a
los pies del Kilimanjaro.
CRISTINA RODRÍGUEZ LOMBA



La persona libre y responsable (3° Año)
Materia:
Formación Moral/Religión
Tema: La
Persona libre y Responsable
Cursos: 3° Año
Profesor: Mamani Segura
Tiempo de
entrega: 03-04-2020
Objetivo:

Persona libre y responsable
Actividades:
La
lectura de este párrafo te permitirá recordar conceptos ya desarrollados
El valor
de la libertad y la responsabilidad están estrechamente relacionados. Se es
libre de elegir algo y al elegirlo se es responsable de ello.
Al ser
responsable de las decisiones tomadas, se es responsable el saber tomarlas.
Un adolescente
responsable es aquel que cumple con su deber y respeta los derechos de los
demás. No
solo implica saber lo que hay que hacer en determinado contexto o situación,
sino también llevarlo a cabo.
En caso de no cumplir con este
requisito, ser responsable también
conlleva la obligación de sincerarse y no desviar la culpa hacia otros.
La libertad y la
responsabilidad son valores muy preciados que, a su vez, ponen en juego muchos
otros valores, como la sinceridad, la lealtad, la amistad, el trabajo, la
confianza, la perseverancia, la valentía, la verdad. Guardar un secreto,
cumplir una promesa, mantener el valor de la palabra empeñada son actos que
ponen a prueba la responsabilidad respecto de los otros y el compromiso con uno
mismo.
Para ejercer nuestra libertad, nuestros derechos tienen que ser reconocidos. Cada uno
debería tener la posibilidad de realizar actividades y proyectos en los ámbitos
de desarrollo social de su elección (cultural, económico, religioso, político,
educativo) y satisfacer, de este modo, el derecho a educarse, a trabajar, a
practicar una religión.
¿Qué es
SER RESPONSABLE?

- ser capaz de decidir por sí sólo/a,
- ser capaz de hacerse cargo de las
consecuencias de sus conductas,
- y demostrar independencia y autonomía en sus
opiniones y conductas.
EL VALOR
DE LA RESPONSABILIDAD está en relación con otros valores tales como el uso de la LIBERTAD, la AUTOESTIMA, el
AUTOCONTROL, la SEGURIDAD PERSONAL O LA AUTOCONFIANZA.
Para el desarrollo de la RESPONSABILIDAD es importante... EDUCAR CON NORMA
1
Completa en siguiente
cuadro
Valores
|
Características
|
Valores
que participan
|
|
Libertad
|
|||
Responsabilidad
|
|||
"Las
habilidades que conforman la responsabilidad:






2. Responde
§
¿Cuál de estas habilidades
tienes incorporada a tu vida? Justifica tu respuesta
§ ¿De qué manera estas habilidades te ayudan a convivir con tu
familia en este tiempo de cuarentena?
3. Esta actividad puedes compartirla con
tu familia o con tus hermanos/as teniendo en cuenta sus edades.
Primer
Caso
Mario se encuentra en una
situación difícil. Un primo suyo muy querido está enfermo y necesita un remedio
que es muy caro. Ya ha intentado conseguir dinero prestado pero nadie en su
familia ni entre sus amigos ha podido ayudarlo. Mario entra en una farmacia y
ve en un estante el remedio que precisa su primo.
Está al alcance de su mano. Está
seguro de que nadie lo está mirando y que la farmacia no tiene cámaras ni
alarmas.
¿Qué puede estar sintiendo Mario
en ese momento? ¿en qué consiste su problema ético? ¿qué debería hacer? ¿qué
justificaciones pueden dar para defender la decisión que, según vos, debería
tomar Mario? ¿qué podría suceder si Mario roba el remedio? ¿qué podría suceder
si no lo roba? ¿qué otras alternativas se te ocurren para solucionar el problema
que enfrenta Mario?
Segundo Caso:
María se ausenta de la escuela
sin que se enteren sus padres. Tenía prueba de matemática y no había estudiado.
Visita a su amiga Laura y le pide quedarse esa tarde en su casa hasta la hora
de salida de clase. Suena el teléfono. Atiende Laura. Es la mamá de María, que
se enteró de que su hija no había concurrido a la escuela. Le pregunta,
entonces, si sabe dónde está María. Laura no sabe qué contestarle. ¿Qué puede
estar sintiendo en ese momento? ¿qué debería hacer? No está de acuerdo con lo
que hizo María pero es su amiga y siempre se han ayudado en las situaciones
difíciles ¿Qué debería hacer Laura en este caso? ¿qué podría su ceder si Laura
dice la verdad? ¿qué podría suceder si miente? ¿qué harían ustedes en su lugar?
¿por qué? ¿qué piensan de la forma de actuar de María
4.
Enumera del 1 al 10, según la
importancia que tienen las siguientes acciones, siendo el 10 la mayor prioridad
que das y el 1 la que menos. Luego ordénalos
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